¿ENFOCARSE EN PROBLEMAS O SOLUCIONES?

 



        Querido lector,

        Los problemas son parte de nuestra vida, gracias a ellos evolucionamos, nos permiten desarrollarnos utilizando nuestro bien más preciado y que nos distingue de otras especies: nuestra inteligencia y creatividad. ¿Cómo sino el hombre hubiese inventado el fuego, la rueda, la electricidad, conseguido volar o hacer flotar un barco? Todo empezó con un problema…..

Pero ¿qué nos ocurre cuando se presenta un problema? Generalmente, tiene un lugar un proceso en nuestro cerebro de interpretación de la situación en base a experiencias anteriores, creencias, auto-concepto, contexto personal, etc… Esta interpretación da paso a una emoción en función de la valoración de nuestra capacidad para resolver la situación y en función de esa interpretación y emoción, entonces actuamos. 
Si interpretamos los problemas como algo amenazante, difícil o imposible de resolver, probablemente acabemos viendo el problema muy grande y a nosotros mismos muy pequeños. Desde esa posición, mirándolo desde abajo, lo ves más grande de lo que es, no te parece?

¿Qué puedes hacer entonces? Aquí van unos trucos:

  • Cambia tu actitud. Un problema puede ser una oportunidad para aprender y desarrollar tus recursos. Un matemático diría: Dame un problema!! Analiza cómo te sientes cuando aparecen nuevos retos, recuerda que la forma de afrontarlos dependen mucho de tu interpretación de los mismos y eso sí depende de ti.
  • No vayas demasiado rápido a la solución. Cuidado!! En nuestro afán por evitar los problemas, muchas veces pasamos a la fase de soluciones excesivamente rápido. Esto no siempre es una buena idea. Hay que enfocarse en el problema  para poder analizar y definir con precisión el objetivo. Utilizo la palabra objetivo, no problema… Por ejemplo:  los problemas, generalmente, vienen enunciados de forma negativa. P.e. “No me da tiempo a hacer la presentación de mañana”, en lugar de “necesito tiempo para preparar la presentación de mañana”. Como ves hay una pequeña diferencia. A través de nuestro lenguaje podemos cambiar la forma en que nos enfrentamos a nuestra realidad.  Es importante enunciarlos en positivo, es decir, qué es lo que sí necesitas conseguir.
  • Utiliza tu pensamiento creativo para generar opciones y anótalas por escrito. Enfócate en las posibilidades, no en la probabilidad; genera ideas, no las analices aún; desafía los principios establecidos, no te quedes en el “es que siempre lo he hecho así”.
  • Una vez hayas anotado todas las posibles opciones, entonces es momento de analizarlas y elegir aquellas que te permitan conseguir el objetivo fijado al principio. Recuerda que siempre hay más de una solución a un problema.   Si te bloqueas, pide ayuda. Otro pueden “ver” el problema de otra manera y ayudarte a encontrar soluciones que no habías tenido en cuenta.
  • Controla tus “es que” y sustitúyelos por “podría”. Te enfocarás en encontrar soluciones que dependen de ti.
  • Analiza tus recursos. ¿Qué necesitas para resolverlo? ¿Con qué recursos cuentas tú? 

          Y a ti, ¿qué dificultades se te presentan a la hora de resolver problemas?

          El coaching es una herramienta muy eficaz para ayudarte a cambiar la forma   
       en que interpretas los problemas y desarrollar tu pensamiento creativo.

      ¿Hablamos?  

Autor: Loreto Bolaño
Psicóloga y Experta en Coaching Profesional

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